Imagen propiedad de @lanzjoseg
¡Hola a todos en la comunidad de Top Family! El día de hoy me uno al concurso de la semana: Observa, Piensa, Escribe. Sí desean participar, aquí abajo les dejaré el enlace. Así que comencemos.
Hoy (dentro de tantas cosas que han estado sucediendo en los últimos meses de mí vida), sentí un poco de abatimiento porque algunas de las metas que tenía en mente para estos años (cuando estuviese en mis veintes y con una licenciatura), era que cuando por fin lograra terminar mí carrera podría ejercer mí profesión cómo siempre quise. Un sueño simple y que parecía fácil de cumplir, pero por cuestiones ajenas a mí persona no se ha podido dar. Digamos que no se ha dado esa oportunidad por factores cómo la disponibilidad, el país, los contactos, la inexperiencia y demás. Así que, esa espinita estaba allí cómo incomodando mí corazón.
Justamente en el transcurso del día conversaba con una jovencita (una compañera de trabajo) acerca de los estudios. Ella es una mujer bastante centrada, muy serena, audaz, educada e inteligente. Me comentaba que esta semana comenzaría sus clases del primer semestre. Yo la felicité al respecto pues siempre es sorprendente encontrar personas que todavía creen en el valor de los estudios. En eso ella me explicaba que a veces recibía comentarios desalentadores dónde le decían cosas cómo; "ese título no te servirá para nada", "el título es solo un papel", "no vale la pena estudiar". Cuando me dijo eso me sentí identificada pues en su momento yo también recibí ese tipo de comentarios. Por suerte, ella y yo compartimos la misma mentalidad: estudiar sí vale la pena.
Cuando ella terminó de explicarme su sentir, aproveche la oportunidad para decirle algunas de las cosas que me ayudaron a seguir adelante en mí meta de terminar mí carrera. Y es que la universidad es mucho más que asistir a cumplir con deberes de contenidos y un pensum, pasar por semestres y obtener un título. Pasar por la universidad es una experiencia que solo quién lo vive lo entiende; está lleno de esos momentos en los que compartes una conversación con tus compañeros, cuando haces equipo con otros, los amigos que haces allí, las clases que no te pierdes porque admiras a un profesor en particular porque te ha hecho amar tu carrera, de los profesores que detestas porque son pésimos pero que te enseñan cómo no ser en la vida, de las cosas que ignorabas y ahora conoces (y entiendes un poco más el mundo, tú entorno), del orgullo de alcanzar poco a poco una meta, etc. Diría una de mis profesoras "el aula se crea".
Definitivamente quién pasa por la universidad no vuelve a ser el mismo más nunca. Por poco o insignificante que alguien pueda pensar que fue su recorrido, siempre siempre, algo de esa experiencia se obtiene. Así que hoy, vuelvo a repetirme a mí misma esas palabras que le dí a ella (mí compañera). Sé que en el futuro conseguiré una oportunidad para hacer realidad ese sueño de ejercer, mientras tanto considero este momento (el de no ejercer) parte del proceso que cualquier otro profesional atraviesa. Finalmente, siempre valdrá la pena estudiar, formarse y ampliar nuestra visión. Sin más que decir, muchísimas gracias por pasar por aquí. Un fuerte abrazo.